Revista Los Nogales no. 5 - Septiembre 2015 | Page 59

Caminatas / Colegio Los Nogales herramienta para una unión más fuerte. Nos apoyamos los unos a los otros para llegar a nuestro destino; compartimos fuerzas, sonrisas y hasta canciones. Siempre hay alguien que alegra tu camino, y que, en muchos casos, te ayuda a recobrar esa fuerza que veías perdida. Cada paso nos acercaba más a la meta y cada vez teníamos una vista más imponente. Un paso más arriba significaba una mejor perspectiva de todo lo que dejábamos atrás y cada vez se ampliaba más el horizonte que se abría ante nuestros pies. Muchos no se daban cuenta de lo que había a sus espaldas, solo miraban hacia adelante, decididos a llegar. Sin embargo, a veces era bueno detenerse y mirar atrás, no solo para darle un respiro al cuerpo sino para apreciar el paisaje. Llegar a la meta es más gratificante cuando has ido más allá de haber cumplido el reto y has disfrutado cada paso del camino que te llevó a ella. Parar a pensar, a disfrutar cada paso que das, o a no pensar, solo parar y rodearse de ese silencio de la montaña, tan diferente al de Bogotá, tan calmado que solo se escucha de vez en cuando la brisa entre los frailejones. Lentamente, recordar el motivo de ese viaje, eso que nos impulsa a seguir, grabar en la memoria el camino 59 ya recorrido y, después, volver a caminar. Algunos se dieron cuenta de que seguir ya no era una opción, que esa última parada era su meta, al menos la que el destino y su cuerpo les permitían tener. Cansados pero felices llegamos a la nieve. Habíamos cumplido la meta. Nos encontrábamos con ese sentimiento de orgullo y gratificación que hizo temblar nuestro cuerpo de felicidad y no de frío y nos dibujó una sonrisa que parecía eterna. Habíamos cumplido una meta tangible de la vida, superamos muchos obstáculos como el cansancio y la falta de oxígeno. Una vez más me di la vuelta para ver el camino que habíamos recorrido y me sentí como una hormiguita al ver hacia abajo y recordar que yo había andado por esos senderos que desde arriba se verían como hilos a lo largo de la montaña. Nuestros guías nos recordaron que al cumplir una meta se abren las puertas para muchas más, nos dijeron que siempre va a haber una montaña más alta que caminar. Creo que tienen razón, la vida está llena de montañas y son pocos los triunfos comparados con el largo camino. Finalmente, alcanzar la meta no es solo llegar a la cima sino reconocer todo el camino que te llevó hasta ella ◉