Revista Los Nogales no. 5 - Septiembre 2015 | Page 50
Caminatas / Colegio Los Nogales
U
na de las mejores semanas de mi vida
fue la caminata a Ciudad Perdida. Era
el año 2007 y estábamos en noveno,
comenzando semestralizado, con todo el estrés
que eso implica. Ciudad Perdida, para mí y
para muchos, es el Machu Picchu colombiano
y, gracias al Colegio, tendríamos la oportunidad de seguir los pasos de los indígenas, junto
a la mamá de Bárbara Turbay, Luisa Fernanda
Herrera, una de las primeras arqueólogas en explorar y estudiar este lugar . Por una semana dejaríamos el salón de clase y conoceríamos una de
las maravillas del país. Desde el avión veríamos
la nieve sobre la Sierra Nevada de Santa Marta,
algo que ya no se ve.
Ciudad
perdida:
A la hora de hacer maleta, seguí los consejos de
OpEPA: empacar lo menos posible. Espero que
mis compañeros hayan olvidado que fui la persona más sucia de la caminata. Llevé una sola
muda para caminar, así me podría poner ropa
limpia cuando llegáramos a los campamentos.
Dos mudas para todo el paseo. En lo que no
escatimé fue en repelente y bloqueador. Mis
amigas aún me molestan por mi exageración de
embadurnarme en Nopiquex cuando salía húmeda de la ducha.
la verdadera
Colombia
Cristina
Andrade Chevres
Promoción 2009
La primera noche me pedí la hamaca al lado de
Luisa Fernanda. Ella, con sus historias maravillosas sobre cómo era el terreno de la Sierra en los
años 70, me ayudó a tener un sueño profundo
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