Revista Los Nogales no. 5 - Septiembre 2015 | Page 19

Caminatas / Colegio Los Nogales de la primera impresión irreparable. En refrescante, un quid melius, como dirían ese entonces, Los Nogales era un equipo los clásicos. Cada año al final se celebrade señoras rondando los treinta, todas ba una caminata de profesores y era una inteligentes y perturbadoramente bonifiesta del espíritu. Los profesores nos entas, que estaban tomando los intersemescontrábamos y nos comunicábamos en trales de la Javeriana para otra frecuencia, en otra aplicar al escalafón docensintonía, en otra dimenHabía un espíritu te y acceder a los cargos sión: no exagero. Desde de responsabilidad acanuevo y refrescante, que se acabaron esas cadémica en el Colegio y minatas, a los profesores un quid melius, que necesitaban dejar a nos ha tocado tomar el como dirían los alguien de confianza (¡!) seguro emocional, hacer clásicos. a cargo del campamento coplas de nostalgia para mientras iban a estudiar. las onces de despedida, o Bueno, para no alargar esta historia, fravestir a Alex de Michael Jackson. Creo se bendita de cajón, por esos años en el que nuestros alumnos experimentan la Colegio no se usaba fiesta del maestro, misma hipnosis colectiva subiendo al pero en cambio Edgar Molano organiCocuy, Ciudad Perdida o Machu Picchu. zaba caminata de profesores. Todavía Una vez nos agarró un aguacero bajando guardo fotos de esa primera caminata al la loma de Sopó. Cada tres pasos un resNeusa del siguiente junio, en que nos vebalón de Inesita Lamus que caía sentada mos tan guapos haciendo calentamiento y llena de barro. Cuando llegamos emy en la que el único nuevo era yo. Ver a papados (por favor, corrector automátiConnie Tolosa, a Pepita y a Magú payaco, no empepados) a la casa de Patricia seando en el almuerzo fue la parte más Vélez, nos tocó vestirnos con la ropita de estimulante de mi bautizo nogalista. Fue su mamá para sortear la pulmonía. Llevo desde ahí, desde esa primera vez, cuanaños tratando de recordar con qué disdo me di cuenta de que las caminatas culpa ingeniosa llegué a mi casa esa norevelaban la esencia del Colegio. Había che disfrazado de Doña Lucy. También algo mejor, escondido detrás del rigor me acuerdo subiendo al Pío Nono en de las clases. Había un espíritu nuevo y otra ocasión con Anafer, la Teacher y las 19