Sylvia
1992
Sylvia Merchán
E
Directora de la Cafetería
n el CLN todos los cargos implican una carga de responsabilidad
enorme y todos, o mejor la mayoría, tienen su momento de cosechar éxitos evidentes: resultados de las pruebas académicas y deportivas, presentaciones
musicales, exposiciones de arte, carteleras
que dan cuenta de las caminatas, logros en
los escollos de aprendizaje. Reconocimientos por aquí y por allá.
Sí, pero hay un cargo que en el fabuloso
mundo de las hadas es el de la Cenicienta: la
que ejerce en la sombra para que todos podamos asistir y lucirnos en los bailes. Y no lo reconocemos. Sabemos que la alimentación es
fundamental para sobrellevar este ritmo; no
solo por sus aportes nutricionales sino porque es la que ocupa los tiempos de descanso,
los de bienestar, de distensión y satisfacción.
La comunidad entera espera estos momentos
con una avidez proporcional a la capacidad
de queja en caso de que las expectativas no
se satisfagan. ¡Y satisfaga a __! (Completar
con el número de comensales). ¡Imposible!
Y ponga el pecho, como lo pone Sylvia
Merchán desde hace veintidós años.
Seguramente cada día tendrá que afrontar
más críticas que agradecimientos; es una
tendencia del homo sapiens, porque la verdad es que por encima de los resultados de
matemáticas en las pruebas Saber está la calidad de lo que nos ofrece Sylvia todos los
días. Tenemos que reconocer que ese zapato
de cristal es de ella. Gracias por eso y por su
aguante durante estos años.
Mireia Fornaguera
Profesora de Semesralizado
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