Revista Los Nogales no. 3 - Junio 2014 | Page 4

1983 1984 1985 1986 1987 1988 Editorial no HACE tantos años E ntré a Los Nogales en 1989. El Colegio era una quinta en Provenza, Suba, que había sido la casa del papá de Juan Lozano, actual senador de la República. En la casa principal, en el primer piso quedaban el bachillerato de 6° a 9°; el salón de profes donde almorzábamos cuando llovía; un patio con fuente de piedra a la que venían a jugar los copetones y donde almorzábamos cuando no llovía; la cocina de Blanquita (otra Blanquita) y de Merceditas (la misma Merceditas) y donde al recreo de por la mañana nos ofrecían arepas recién hechas y caldo. Todavía me acuerdo del olor. trucciones que hacían parte de la casa original y casetas para primaria y prescolar. Música y arte quedaban en lo que había sido el establo. Por ahí quedaba también el territorio de Claudia Ordóñez, mi coordinadora de Español y encargada de los talleres en los que hacíamos con Mireia materiales para la clase. Ella era implacable, a mí me parecía durísima, pero la verdad es que es una de las mejores profes que he tenido. Para atenuar el impacto, cantábamos a Paco Ibáñez y a Serrat con Mireia mientras planeábamos las clase de 6° en una mesas blancas que relumbraban con el sol mañanero. Entre muchas lágrimas y discusiones con Claudia, fui entendiendo de qué se trataba el nogalismo entendido como disciplina, trabajo y esfuerzo constantes. En el segundo piso, subiendo por una escalera de madera con barandas que crujía, quedaba la oficina de Luisa, con chimenea crepitante y con ella, estrenándose como rectora, atenta a que los nuevos nos sintiéramos bien. También ahí quedaban la biblioteca, que tenía mesas y asientos como de comedor y cuyo piso de tabla también crujía (crujía bonito, no es crítica) y la oficina de Inesita Lamus. Abajo también había una capilla chiquitica y los garajes, donde estaban los de 7° A y B un poco hacinados. Al lado, el almacén de Susanita y la fotocopiadora de Delby. Y luego, hacia el norte, una boni ta extensión en donde quedaba el resto del Colegio: cons- Había también un patio grande, al sur de la casa principal. Un terreno ondulado sembrado de antiguos pinos que lo oscurecían y enfriaban un poco, donde los niños jugaban juegos muy imaginativos en los recreos y donde se hacían las clases de educación física con Jaime, Néstor y Edgar (actual director de caminatas) y quien era el responsable de nuestras salidas al campo, pues conocer Colombia andándola 4