Miriam
1992
Miriam Molano
Profesora de español y sociales de primaria
Perdóneme señor, dijo el tímido estudiante,
pero no he sido capaz de descifrar lo que
me escribió usted al margen de mi último
examen. - Le decía que escriba usted de un
modo más legible. Anthony de Mello
I
niciar con esta frase parece contradictorio cuando lo que quiero hacer
es escribirle a una maestra, compañera y amiga. Como maestra, ella es
quien desde su vocación y esencia conjuga de manera precisa la simpleza y la profundidad en el conocimiento de quienes
han sido desde hace muchos años sus pequeños estudiantes. Es quien transmite
de manera clara, sencilla y pausada lo que
deben saber del proceso comunicativo, de
las habilidades lingüísticas, de la enseñanza para la comprensión, proceso conocido
en nuestra época como, simplemente, leer
y escribir. Ardua labor. Ella no solo conoce y ejemplifica, desde su experiencia, lo
que deben saber sus chiquitos como les
llama, sino también lo que deben ser sus
estudiantes.
Desde este escenario, goza con sus ocurrencias, desata los enredos de sus frecuentes problemas, les recuerda con la
misma intensidad tanto la importancia
de dar las gracias y ser respetuosos, como
de guardar el diente del ratón Pérez
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