LOS NOGALES
Y tú,
¿ para qué
sirves?
Por
María Angela Crane
Coordinadora del
Programa de Gestión Social
Miembro Consejo Fines
uando me invitan a participar
en esta publicación para hablar
del servicio, no encuentro otra
manera de hacerlo que dándole vida a cómo
lo hago con los estudiantes cuando se acercan
a hablar sobre el significado del servicio, o a
contarnos sus ideas y proyectos, o hablar de
la vida. Estos eventos suceden generalmente
después de las vivencias en los diferentes Días
del Servicio que hacemos con todos los cur-
sos, o de los programas de Servicio Social, o
de las actividades de voluntariado que impul-
samos desde el Departamento.
C
Me gusta iniciar la conversación haciéndo-
les esta pregunta: ¿para qué sirve una cucha-
ra? Después de un momento de duda alguno
siempre contesta que para recoger o para ayu
darnos a trasladar de un lado a otro algo que
necesitamos comer. Vuelvo a ellos y pregun
to: ¿para qué sirve un bombillo? Nuevamente
buscan la respuesta lógica y siguen atentos a
cuestionarse la razón de ser de lo que conoce
mos: ¿Para qué sirven los números? ¿Para qué
sirve la fotosíntesis? ¿Para qué sirven las abejas?
Y aunque por sus caras entiendo que ya saben
para dónde voy con tantas preguntas. Cuando
llego a la pregunta: ¿para qué servimos noso-
tros, los seres humanos? se quedan estáticos.
Algunos contestan que para pensar; otros que
para amar y otros que para dañar.
Hoy le pregunto al lector ¿Para qué sirve usted?,
Seguro le pasan por la cabeza varias respuestas
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