LOS NOGALES
er solidario es ser capaz de
sentir en nuestra piel las ne-
cesidades del otro y de con-
tribuir para que estas se puedan resolver.
Incluye la posibilidad de ver al otro con
unos ojos generosos que permitan per-
cibir más allá de lo evidente y actuar
de manera desinteresada para colaborar
desde la orilla en la que se está. La soli-
daridad es fundamental en la formación
de una comunidad unida y proactiva y
por esto es importante trabajarla desde
la infancia temprana.
S
La solidaridad no se desarrolla espontá-
neamente, por eso se debe enseñar para
que se consolide como una característica.
Se aprende con el ejemplo de los adultos
significativos que enseñan a considerar
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al otro y a ofrecerle una mano en el ca-
mino. Se trabaja ayudando a los niños a
superar la etapa egocéntrica natural que
los acompaña en la infancia, para que
puedan tener en cuenta las necesidades
del otro. La solidaridad se alimenta de la
empatía y el altruismo, cualidades que
abonan el terreno para desarrollar una
conciencia social amplia y activa. Si en-
señamos a los niños a ser solidarios va-
mos a tener en el futuro personas capaces
de escuchar con todos los sentidos para
actuar buscando el bien común y trans-
formar positivamente los entornos que
los rodean.
Natalia Pardo A.
Directora de Preescolar