Como hombre de personalidad atormentada y compleja –imbuido en las
contradicciones mismas del Modernismo- Juan Ramón Molina vivió
apenas treinta y tres años y osciló entre la intensidad de la creación y aquellos
cuidados pequeños de los que hablara Darío. Entre las obras de Juan Ramón
Molina sobresalen “Salutación a los poetas brasileros”, “A una muerta”, “Pesca de
sirenas”, “Autobiografía”, “Río Grande”, “El Águila”, “Metempsicosis” y otras
recopiladas en “Tierras, mares y cielos”, libro editado poco después de su muerte
por el también escritor hondureño Froylán Turcios.
Es
considerado,
después
de Rubén
Darío,
como
el
más
grande poeta modernista de Centroamérica. Al igual que otros de sus
contemporáneos, como Froilán Turcios, llevaba el periodismo en la sangre.
Algunos de los hitos en su vida periodística fueron la fundación de El Día,
en 1904 y,
en 1906,
en
compañía
de Augusto
C.
Coello,
la revista literaria “Espíritu”. Unos meses antes de morir fundó en El
Salvador, con Julián López Pineda, la Revista Ritos.