«Lamento que a veces las ideologías nos
lleven a dos errores nocivos. Por una parte, el
de los cristianos que separan estas exigencias
del Evangelio de su relación personal con el
Señor, de la unión interior con él, de la gracia.
Así se convierte al cristianismo en una especie
de ONG, quitándole esa mística luminosa que
tan bien vivieron y manifestaron san Francisco
de Asís, san Vicente de Paúl, santa Teresa de
Calcuta y otros muchos. A estos grandes santos
ni la oración, ni el amor de Dios, ni la lectura del
Evangelio les disminuyeron la pasión o la eficacia
de su entrega al prójimo, sino todo lo contrario».
Francisco, Exhortación apostólica Gaudete et exsultate
(19 marzo 2018), 100.