REVISTA LA CRUZ 1062 ENE-FEB 2017 | Page 31

todo va a estar bien ”. Ahora , queriendo hacer consciente algún sentimiento de perdón , puedo decir que esa noche Dios me abrazó y me dijo : “¡ Te perdono !” Fue una paz interior como no la he vuelto a sentir , fue cuando dije : “ No sé qué tiene esta Espiritualidad , pero ¡ qué bien se siente estar aquí !”
En ese mismo taller tuve que hacer frente a una situación que frecuentemente ha tenido efectos en mí , el abandono de mi papá o la separación de mis papás , recordé algunas de las veces que me he preguntado por tal evento en mi vida ; y ahora , después de once años de estar en el Apostolado de la Cruz , quiero decir que si perdonar es aceptar , reconocer y vivir con eso que me pasó , sí he perdonado . Cuesta trabajo decirle : “ te perdono ”, cuesta trabajo saber que me hicieron daño , que aún recuerdo aquel momento en que se fue y aquellos días que no ha estado , pero , en una homilía , un Misionero del Espíritu Santo dijo que perdonar no era olvidar sino reconocer y en algún momento poder utilizar eso que pasó para no volver a caer en lo mismo o no permitir que te dañen . Entonces , si así es perdonar , se siente distinto a cuando me perdonan , pero da la misma tranquilidad de saber que las cosas pasan , que siempre habrá un abrazo que me hará sentir como en casa , una voz que me susurra al oído ¡ Dios me ama !, que me perdona y me ayuda a perdonar .
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