REVISTA LA CRUZ 1062 ENE-FEB 2017 | Page 9

Editorial

Vivimos en relación con los demás, y como somos personas limitadas, con frecuencia nos herimos unos a otros, a veces de manera involuntaria e incluso sin darnos cuenta del mal que hacemos.
Por eso, al hablar de la comunidad, Jesús de Nazaret nos dice que debemos perdonar « hasta setenta veces siete »( Mt 18,22).
Hemos sido perdonados por Dios; por eso debemos perdonarnos los unos a los otros, por eso podemos perdonar siempre: « tú también debiste tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti »( Mt 18,33).
El perdón es lo más refinado del amor: « el amor disculpa sin límites »( 1Co 13,7), y es un imperativo para los cristianos.
Sin perdón, es imposible que las amistades, los matrimonios o los grupos perduren; sin perdón, nuestro mundo es un campo de batalla donde prevalecen el rencor y la venganza.
Al perdonar, nos liberamos de un peso y nos vamos asemejando a Jesucristo quien, en la cruz, oró por sus verdugos diciendo: « Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen »( Lc 23,34).
Fernando Torre, MSpS Director
7