« Señor , que la fuerza inflamada y dulce de tu amor arranque mi alma de tal manera de todo lo que hay bajo el cielo , que yo muera por amor de tu amor , ya que tú te has dignado morir por amor de mi amor »
San Francisco de Asís en cada instante . Ahí nos encontramos Él y yo . Supe que estaría siempre ahí , disponible , accesible , amoroso ; Jesús Sacramentado día y noche acompañado por las religiosas . Dios me tenía preparado este santuario donde el corazón del que ama es amado . El corazón palpitante de Jesús descansa en el Oasis en la contemplación de quienes lo amamos , devolviéndole un poquito de lo que hemos recibido .
Y así fue como empezó esta historia de amor y perdón cotidiano . Habiendo despertado en esa oportunidad en mi corazón la inquietud del crecimiento espiritual , hoy recorro cargada de buenos propósitos cada mañana , pero al caer la tarde reviso mi itinerario del ejercicio de las virtudes y percibo una vez más que sigo pecando y que Él me sigue perdonando . ¡ Cuántos afanes y exigencias ! ¡ Cuánta prepotencia ! ¡ Cuántos olvidos y cuántas distracciones ! Pero Él está ahí , siempre esperándome … íntegro , puro , el mismo de ayer , de hoy y de siempre , y lo contemplo en su misterio redentor y una vez más conquista mi humanidad como ofrecimiento al Padre .
¡ Qué hermoso es Dios ; preparó este santuario para perdonarme , arrullarme y acariciarme ! ¡ En este santuario , el corazón del que ama es amado !
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