« Perdonamos cuanto amamos » 1.
( François de La Rochefoucauld)
Lo complejo que es perdonar y ser perdonado
Hoy en día se habla mucho del tema del perdón y la reconciliación 2; se ha ido reflexionando en diferentes ámbitos que es un tema que tiene que ver con el desarrollo humano y que no es exclusivo de las religiones. A pesar de ello, hoy se valora mucho la manera en que las religiones han ayudado y siguen ayudando al tema del perdón y la reconciliación.
Hablar del tema puede ser fácil; vivirlo, es otra cosa. En nuestra religión católica se nos dice con mucha claridad que es importante cumplir los mandamientos, que debemos pedir perdón a Dios por nuestras ofensas a través del sacramento de la Reconciliación, que debemos perdonar a las personas que nos ofenden( hasta“ setenta veces siete” 3) y que debemos pedir perdón a las personas que ofendemos o hacemos daño. Al parecer, todo está muy claro: sólo se trata de perdonar y pedir perdón.
Pero ¿ qué pasa cuando cometí un grave error o una falta que pienso que ni Dios me puede perdonar, pero en el fondo lo que me cuesta es perdonarme a mí mismo? ¿ Qué pasa cuando alguien me hizo un daño o hizo daño a alguien que quiero mucho, y cada vez que pienso en ello, me“ hierve la sangre”, me altera, me quita la paz y no lo puedo evitar? ¿ Qué pasa cuando yo soy el que le hice un daño a otra persona y no me atrevo a pedirle perdón, ya sea por miedo, orgullo o vergüenza?
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Tomado de www. proverbia. net / citasautor. asp? autor = 570 & page = 2
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Pongamos como ejemplo en América Latina, las“ Escuelas de perdón y reconciliación” que comenzaron en Colombia, y se están expandiendo en varios países más.
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Cf. Mt 18,22.
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