Está muy próximo el Día Internacional de la Mujer trabajadora y el próximo 8 de Marzo volveré a escuchar los discursos en defensa de las mujeres, de la igualdad y de los derechos que nos asisten. Y ahora, con medio siglo a mis espaldas, mujer, madre, trabajadora y además algo rebelde, después de haber celebrado unos cuantos 8 de Marzo, no puedo dejar de hacer una reflexión, un pensamiento en voz alta:
Si ser feminista en el siglo XXI es un machismo ejercido por mujeres, yo me niego.
Si ser feminista en el siglo XXI es malgastar el tiempo en conseguir que me llamen miembra, yo me niego.
Si ser feminista en el siglo XXI es adquirir derechos para dar de mamar a tu hijo en el Congreso, yo me niego.
Si ser feminista en el siglo XXI es prohibir a una chica guapa que trabaje entregando trofeos en competiciones deportivas, yo me niego. Si ser feminista en el siglo XXI es hacer una huelga porque sí, eso es ofender a cualquier colectivo
que ejerciendo sus derechos reivindica mejoras laborales y yo, me niego.
Y me niego porque se malgastan recursos económicos, esfuerzo y tiempo en“ payasadas”, como diría mi abuela. Me niego porque lo que espero de las feministas del siglo XXI es que luchen por problemas reales, por conseguir una legislación adecuada a situaciones reales de este país, como por ejemplo la prostitución. Uppss … palabra que incomoda?? Pues en 2018 seguimos sin tener una legislación que regularice una realidad social donde las mujeres son las protagonistas. Seguimos detrás de una hipocresía que impide reglamentar una profesión, que nos guste o no, existe y seguirá existiendo. No necesita este país mas personas cotizando a la Seguridad Social? No interesa a este país ingresar € en las arcas de Hacienda? No es importante terminar con una situación irregular de miles de mujeres?. Pues grupos feministas, políticos con coleta o con corbata, rojos, azules o naranjas, pongan los pies en la acera y trabajen, póngase a legislar que putos o putas, ya está recogido en el diccionario. Acaso las feministas del siglo XXI en España, que ya nacieron con sufragio universal, que pueden estudiar en colegio mixto, que pueden ir a la Universidad, que tienen independencia económica, acceso a cualquier puesto de trabajo, acceso al ejército, que pueden decidir su maternidad … quizás estas mujeres, que no han vivido esas prohibiciones como sus madres o sus abuelas, se tienen que inventar reivindicaciones absurdas???
Pues chicas, valoremos los derechos adquiridos, aunque no los hayáis sufrido y sigamos adelante porque queda mucho trabajo por hacer, y este comienza en la educación, en el día a día. Es una guerrilla doméstica que con nuestros actos, con nuestro comportamiento y con nuestra actitud, cada una de nosotras podemos llegar a cambiar la sociedad.
Aunque me guste estar depilada, llevar tacones o bailar el“ Despacito” también yo soy feminista, pero ante todo, soy defensora de la libertad personal. Que es lo único que nos acerca a la igualdad.
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