en general los productos de primera necesidad; si la gente no tiene
ingresos hay que ayudarle mientras pasa la emergencia; para ello le
corresponde al Estado destinar recursos especiales y gravar así sea
de manera temporal a los que más tienen, echar mano de los recursos
de los bancos y del gran capital.
La salud ha sido privatizada, ya no es un servicio al que toda la pobla-
ción tiene derecho, sino un mero negocio; para responder a la emer-
gencia se requiere intervenir el sistema privatizado para reforzar el
extinguido y maltrecho sistema público. Los hospitales, clínicas y en
general los centros de salud privada deben estar obligados a atender
de manera gratuita e inmediata, al menos a los estratos 1, 2 y 3 en
todo lo relacionado con los contagios, la hospitalización y los trata-
mientos.
Los terremotos sociales que vienen
La pandemia ha desnudado la diferencia entre sistemas como los de
China y Cuba con los países capitalistas. En China donde estalló el
virus el Primero de diciembre pasado, la situación ya está controlada;
Cuba está mostrando todas las ventajas de su sistema de salud y de
investigación científica, el Interferón Alfa-2B y la solidaridad inter-
nacionalista, mientras la pandemia crece de manera grave e incon-
trolada en muchos países.
Hoy el COVID-19 ayuda al Gobierno a ocultar su crisis por corrupción,
Leyes anti populares, Genocidio de líderes y por hacer trizar la paz,
además de permitirle sofocar la protesta social y la movilización en
su contra, que venían en ascenso.
El pueblo se está ingeniando otras formas para desarrollar su protes-
ta en tiempos del COVID-19; dentro de unos meses cuando todo esto
pase el descontento que ha originado las movilizaciones en Chile, Co-
lombia y otros países del continente, será aún mayor por los nefas-
tos efectos económicos-sociales y las falencias que ha desnudado la
pandemia.
DEBATES del CONFLICTO
23