E
ntendemos por patriarcado un sistema que institucionali-
za la opresión y la explotación de las mujeres por parte del
poder que los hombres ejercen sobre ellas; el carácter pa-
triarcal de las sociedades ha permanecido casi inalterado a
través de los siglos, los hombres en su calidad de tomadores
de decisiones han tenido en sus manos el poder.
Nosotras hemos participado activamente en los procesos sociales,
políticos y económicos en las últimas décadas; los cambios son tan-
genciales y evidentes, tenemos un acumulado importante como mo-
vimiento social, mayor fuerza y firmeza en nuestras luchas, hemos
aprendido que de nuestra participación activa depende el cambio so-
cial.
Feminización del conflicto
La mayoría de las mujeres viven exclusiones violentas muy grandes,
porque son más vulnerables a la violencia sistemática, a la miseria,
a la expropiación y a la muerte. Para Audre Lorde (2003) feminista
negra, las mujeres están expuestas a distintos grados y tipos de opre-
sión patriarcal [1].
En Colombia el Conflicto Social y Armado afecta de manera diferen-
ciada a mujeres y hombres, y a su vez agrede más a las mujeres po-
bres que a las de clase media, al ser doblemente afectadas por domi-
naciones de clase y de género; sus historias encarnan la resistencia,
la dignidad y la batalla por la sobrevivencia propia y la de los suyos.
Según cifras de la Unidad para las Víctimas 4.486.364 mujeres son
sobrevivientes del Conflicto Armado, de ellas, 4.092.494 son despla-
zadas, que representan el 91,1 por ciento, 486.594 son víctimas de fe-
minicidio, 251.714 son amenazadas y 84.579 víctimas de desaparición
forzada [2]. Cifras que son menores que las reales, por ejemplo, de
los 9 millones de víctimas de desplazamiento interno dos tercios son
mujeres, o sea 6 millones.
FEMINISMO e IZQUIERDA
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