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a Congresista por el Partido Conservador, Aída Merlano, fue
sentenciada por la Corte Suprema de Justicia, en septiembre
del 2019 a 15 años de prisión por concierto para delinquir, de-
litos electorales y tenencia ilegal de armas.
El 1 de octubre de 2019 Merlano realizó una cinematográfi-
ca fuga mientras asistía a una cita odontológica, con la que dejó al
desnudo el sistema penitenciario, por la procedencia de los sobornos
que pagaron por la fuga los que temían las confesiones que ella había
comenzado a hacer.
El 27 de enero, Aída fue recapturada en Venezuela y a partir de ese
momento comenzaron a conocerse sus confesiones, donde explica
cómo funcionan las mafias políticas, la corrupción electoral y sus ar-
ticulaciones con el narco paramilitarismo y la economía; mafias que
en la Costa Atlántica encabezan los Clanes de los Char y Gerlein; es-
cuelas del crimen donde obtuvo su diploma la Congresista Merlano.
No solo es la Costa Atlántica la que sufre estas mafias corruptas y vio-
lentas, en todo el país existen 42 Clanes políticos que hegemonizan
la política regional y nacional [1].
Las pruebas que desnudan al régimen corrupto y violento
El lunes 17 de febrero en entrevista con la revista Semana, Aída con-
fesó que la campaña para la reelección de Juan Manuel Santos fue
financiada por Odebrecht y que éste recibió 15.000 millones de pesos
de los Clanes Char y Gerlein para su reelección. También denunció
que el jefe de Cambio Radical Vargas Lleras, está involucrado en los
sobornos pagados durante la licitación de las obras del aeropuerto
de Barranquilla, además de recibir dineros para comprar firmas de
falsos votantes, durante la campaña como candidato presidencial en
2018 [2].
Alex Char, ex Alcalde de Barranquilla entre 2016 y 2019, es uno de los
señalados por Merlano de realizar compra de votos desde el parti-
do Cambio Radical. El Clan Char es dueño de droguerías, almacenes
y emisoras Olímpica, del equipo profesional de fútbol Junior de Ba-
rranquilla y del banco Serfinanza.
DEBATES del CONFLICTO
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