E
l ELN desde nuestro surgimiento insurgente y rebelde como
organización revolucionaria político militar hemos plantea-
do e impulsado de cara al país y al mundo que nos asiste la
obligación política, ética y moral de impulsar la lucha por
la defensa de la soberanía nacional y en contra del saqueo,
robo, destrucción de los ecosistemas y la explotación acelerada de
los recursos minero energéticos por parte de las multinacionales que
desangran a Colombia y se llevan los recursos para fortalecer sus ca-
pitales y planes de guerra.
Estamos por la racionalización de los recursos petroleros y por la im-
plementación de una política que garantice el autoabastecimiento
energético y que esté al servicio de todos los colombianos sin causar
deterioros ambientales.
Rechazamos la política entreguista y arrodillada del régimen político
y de Gobierno de las castas oligárquicas y neoliberales de Colombia
de privatización y venta de empresas como Ecopetrol, entre otras.
El accionar político militar del Frente de Guerra Oriental del ELN está
dentro de esa visión de rechazo ante la brutal explotación minero
energética que enriquece a unos pocos, que genera muerte, terror y
destrucción de todos los seres vivientes y del planeta, que fortalece a
los poderosos a los oligopolios del capital trasnacional amantes de la
guerra y enemigos de la paz.
Llamamos a los verdaderos patriotas, a mujeres, hombres, demócra-
tas, jóvenes, estudiantes, intelectuales, a las distintas religiones, pue-
blos indígenas, afrodescendientes y pueblo en general a levantar la
bandera de la verdadera soberanía, nacionalismo y patriotismo a que
construyamos la nueva Colombia en paz y con justicia social, la Co-
lombia socialista.
En ese orden de ideas desde hace muchos años, hemos planteado
nuestra disposición de suspender acciones ofensivas en contra de la
Gran Locomotora Minero Energética a cambio de:
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