Revista Insurrección Insurrección 724 | Page 5

L a senadora del Partido Conservador, Aída Merlano fue captura- da en Maracaibo por autoridades de Venezuela el lunes 27 de enero, luego de 3 meses de estar huyendo de la justicia colom- biana. Merlano huyó de la prisión ayudada por sus jefes políticos, in- teresados en que no revele la trama de corrupción electoral, que les per- mite sostenerse gobernando gran parte de la región Caribe de Colombia. Jefes políticos que hacen parte del Clan Char, quienes ahora se estrenan como nuevos aliados de Duque, en su intento por conformar las mayo- rías en el Congreso, con las que no contó en 2019. A las élites gobernantes no les conviene que la senadora Merlano revele todo lo que sabe, por tanto a Duque no le sirve que ella sea extraditada a Colombia, por esto le pidió al auto proclamado Guaidó, que “la devuelva de Venezuela”. Esta absurda petición de Duque encaja en el plan de los Estados Unidos de proseguir el asedio a la hermana República Bolivariana de Venezue- la, plan de guerra aceptado por el ex presidente Uribe y sus seguidores. “Colombia debe propiciar una política exterior diversificada, cooperati- va y no confrontacional”, propone la Carta que numerosos intelectuales colombianos dirigieron a Duque en octubre pasado, política que cuenta con el respaldo de la mayoría de la sociedad. Por su parte, la visita del Secretario Pompeo sirvió para traer otra vez a Guaidó a Colombia el 20 de enero, acompañado esta vez, no por los Ras- trojos sino por las Fuerzas Especiales de EEUU, que estuvieron realizan- do maniobras militares en territorio nacional. Dentro del mismo propósito de “hacer trizas la paz”, Pompeo recompen- só económicamente a Duque, por cumplirle el dictado de fumigar con Glifosato los cultivos de uso ilícito, haciendo a un lado los Acuerdos de Paz, que priorizan los planes de sustitución voluntaria acordados con las comunidades. Tanta subordinación ante los EEUU y mantener a sangre y fuego el mo- delo capitalista neoliberal, provoca el estallido social contra el Gobierno, acrecentado desde el Paro Nacional del 21 de noviembre y que este año busca sentar a Duque a negociar el Pliego del Comité Nacional de Paro. EDITORIAL 5