La mujer
¿La compañera Mariela participó en la toma?
NRB: Sí. Ella se incorporó en agosto del 64, era la enfermera. Su papá,
su tío y su hermano mayor fueron guerrilleros gaitanistas, y en ese
momento él y otro hermano estaban con nosotros.
Ella, con tres compañeros más, hizo parte del equipo encargado de
pintar las consignas en todo el pueblo y de distribuir el Manifiesto
que se le lanzó al país en Simacota.
Con Mariela se creó una aureola en Simacota, en las leyendas que
construyó la gente del pueblo decían que era rubia, que apenas vo-
laba, que le salían chispas del pelo, sacaron un montón de leyendas,
hasta se decía que era la que había dirigido la acción.
En la plaza habló ella, Fabio Vázquez y Víctor Medina.
¿Cómo era Mariela?
NRB: Tenía 21 años, había terminado sus estudios de secundaria, se
relacionaba bien con todos nosotros y se familiarizaba bastante con
los pobladores.
En la guerrilla la enfermería es una responsabilidad importante por-
que es parte de la salud del grupo y mucho más en esa realidad. Des-
pués de Simacota quedó su leyenda como “la mona Mariela”, así se
refería a ella la prensa y la gente en general.
¿Después en qué año entran nuevas compañeras?
NRB: En la guerrilla rural la presencia de las mujeres comenzó en el
72 y 73, pero en la ciudad si había varias compañeras, sobre todo en
el personal de procedencia estudiantil.
En la guerrilla rural a partir del 72 se incorporaron varias compañe-
ras a la guerrilla recuerdo a Nely, Lucía, Leonor, Jesusa, Amanda, Ro-
cío, Bernarda y otras que no conocí porque estaban en la fuerza que
conducían Manuel y Antonio Vásquez.
MEMORIA COLECTIVA
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