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ojayá es uno de los municipios más empobrecidos de Co-
lombia, ubicado en el Chocó, cuenta con 13.000 habitantes y
33 comunidades indígenas, de las cuales ninguna tiene ser-
vicio de alcantarillado, acueducto, energía eléctrica; el to-
tal de su población no cuenta con servicio de agua potable;
Edilfredo Machado, Alcalde Bojayá, afirmó que “el Estado solo apare-
ce cuando hay una emergencia o una masacre” [1].
Los líderes comunitarios reclaman presencia del Estado con progra-
mas de desarrollo social, cumplimiento de Acuerdos y continuidad
del Proceso de Paz. Sin embargo, el Estado limita su acción a la mi-
litarización del territorio; Leyner Palacios, uno de los líderes de este
municipio, afirmó, “lo que necesita Bojayá es una propuesta produc-
tiva”.
Palacios, también considera que abrir nuevamente una Mesa de diá-
logo con el ELN, es una oportunidad única para el país, de tal manera
que se den muestras de compromiso y haya una paz completa y du-
radera; además es necesario abrir la posibilidad de sometimiento de
las estructuras paramilitares, como las denominadas AGC [2].
El General Del Río jodió todo con la Operación Génesis
La Operación Génesis sumó tropas estatales y paramilitares en 1997,
para despojar y desplazar a los afrocolombianos de sus territorios,
con fin de facilitar la entrada y la expansión de las plantaciones de
palma de aceite, en el norte del Departamento del Chocó.
El 26 de diciembre de 2013 la Corte Interamericana de Derechos Hu-
manos (CIDH), en referencia a la Operación Génesis, responsabilizó al
Estado colombiano por la violación del derecho de miles de personas
afrocolombianas a no ser desplazadas forzadamente, y por la viola-
ción del derecho a la vida y la integridad personal del civil Marino
López Mena en 1997 [3].
Dos decenios después, el Gobierno prosigue sus operaciones conjun-
tas entre Fuerzas Armadas estatales y narco paramilitares; Leyner
Palacios, afirmó que:
DEBATES del CONFLICTO
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