El Gobierno aún no ha considerado que debe abrirse a un proceso de
negociación. Simplemente pretende escuchar, 'mamar gallo', y luego
decir: “No, yo tengo en cuenta esas exigencias porque las vamos a to-
car en los planes de desarrollo que tiene el Gobierno”. Pero no es una
respuesta, sincera, clara, de parte del Gobierno a considerar las exi-
gencias, los cambios, las transformaciones que el movimiento social
y político está pidiendo.
Postergar el diálogo, no resuelve los problemas
El tema del Ejército de Liberación Nacional es parte del comporta-
miento que el Gobierno le ha dado al movimiento social: así como
incumple, no escucha, no dialoga, igual acontece con el movimiento
insurgente. Es un comportamiento similar que el Gobierno le da al
movimiento social, al movimiento político, y también se lo traslada y
se le da al movimiento insurgente. Piensa el Gobierno que dilatando
los diálogos, dilatando la negociación, buscando un esquema favora-
ble al planteamiento solamente del Gobierno, puede aplazar e impe-
dir que las luchas del pueblo colombiano se den.
En el caso del ELN, también el Gobierno colombiano ha pretendido
imponer un esquema de negociación: desmovilización, desarme y re-
inserción. Olvidándose que el conflicto en Colombia obedece a unas
causas de orden social, político y económico. Y Se le exige al ELN que
de entrada haga gestos, que deje de actuar militarmente, que haga
gestos unilateralmente, pero el Gobierno no se mueve absolutamente
en nada.
Entonces sí vemos que hay un comportamiento similar que el Go-
bierno le da al movimiento social, al movimiento político, al pueblo
en general y, de igual manera, ese mismo comportamiento a la insur-
gencia colombiana.
Conversan para desaparecer al contradictor
Nosotros siempre le hemos dicho al Gobierno, a Duque y a los demás
gobiernos que estamos en disposición de conversar, que nos sente-
mos a la mesa, que conversemos sin ningún tipo de imposiciones. De
igual manera nosotros le podríamos colocar imposiciones al Gobier-
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