Revista Insurrección Insurrección 719 | Page 29

L as mujeres gritan una vez más que no queremos a Ni Una Menos, que estamos decididas a denunciar, no tenemos mie- do porque estamos hartas de la impunidad; además este año quedó manifiesta la fiereza con la que las mujeres de Nuestra América resisten los embates del machismo y del capitalis- mo patriarcal sobre la vida propia. El movimiento de mujeres también confrontó el asedio de las bur- guesías nacionales y transnacionales a procesos políticos en los que ellas tienen un rol protagónico; como fue el caso de Bolivia donde las feministas comunitarias y muchas otras mujeres salieron a las calles a denunciar ante el mundo el Golpe de Estado. Trabajo precario y violencia Una de las consignas más resonadas de las mujeres obreras que les pague igual salario que el que reciben sus pares hombres; para nadie es un secreto que existe una brecha salarial y que generalmente ga- nan menos que los hombres. Según el Ministerio de Trabajo, en el sector urbano los hombres ga- nan 17 por ciento más que las mujeres, y en el rural la diferencia llega a 45 por ciento; además a escala global la tasa de desempleo feme- nino es mucho mayor que la de los hombres, según el DANE, en no- viembre de este año la tasa total del desempleo fue de 9,3 por ciento, el porcentaje de mujeres desempleadas fue del 12,2, mientras que la de los hombres llegó a 7,0 por ciento [1]. Esta cifra podría interpretarse como que uno de los costos para las mujeres de los planes de desarrollo impuestos por el régimen, en los que las mujeres están obligadas a buscar trabajos irregulares para sobrevivir y sostenerse económicamente, además de vincularse a trabajos cada vez más precarizados con altos índices de explotación y de exposición de sus vidas [2]. Según la pensadora feminista marxista Silvia Federicci: “La crisis del empleo y del salario crea nuevas tensiones entre las mujeres y los hombres. Que las mujeres tengan más autonomía ha BALANCE 2019 29