Revista Insurrección Insurrección 718 | Page 27

además de revictimización al justificar sus actos desmedidos; in- cumplimiento de acuerdo a los indígenas y el movimiento social en general, décadas que acumulan miles de acuerdos pactados e incum- plidos. Estas entre muchas otras razones, tienen a centenares de mi- les de colombianos y colombianas, en las calles. Los derechos se conquistan con la lucha Las primeras reacciones del Gobierno frente al Paro Nacional, fue de- cir que escuchaban al pueblo que gritaba en las calles; sin embargo, el libreto del Estado ya estaba trazado de antemano, los compromisos ya se habían hecho con los amos extranjeros, con corporaciones, en últimas, con grandes capitales. La “mermelada” ya untada, la coima (soborno) ya pago y recibido. Así, pese al descontento social mani- fiesto en las calles, sostenido por semanas; pese a los gritos, pitos, conciertos, antorchas, marchas y cacerolas abolladas, el Estado sigue su curso indiferente. La represión continúa y la aprobación de las controvertidas leyes siguen su trámite en el Congreso. Seguramente este levantamiento popular no termine con la destitu- ción del Presidente ni con grandes cambios estructurales, pero sigue siendo un muy buen pulso, una demostración del bando popular, de todos y todas las que queremos cambios. Es un despertar, un visuali- zar esperanzas, un acumular para las luchas venideras. Los elenos y las elenas, como parte del campo popular, sentimos ad- miración por ese pueblo que se levanta, que dice “¡basta ya, reclama- mos cambios!” Las puertas del Ejército de Liberación Nacional es- tán abiertas para todos y todas aquellas que deseen avanzar en la lucha organizada, más allá de la coyuntura; también para quienes se sientan perseguidas por las fuerzas estatales o paraestatales, como represalias por su activismo político. Con bemoles y matices, con en- cuentros y desencuentros, con críticas y autocríticas; somos un mis- mo campo popular. Porque otra Colombia es posible, necesaria y urgente… sigamos en pie de lucha. Juramos vencer. DEBATES del CONFLICTO 27