Revista Insurrección Insurrección 714 | Page 33

E n momentos donde el desarrollo tecnológico crece a ritmos acelerados, el Litio [1] se ha convertido en un valiosísimo mineral indispensable; las baterías de Litio son la fuente de energía de automóviles, computadores portátiles, relojes in- teligentes, celulares y demás equipos de tecnología móvil. El 75 por ciento de las reservas mundiales de este mineral se en- cuentran en Bolivia, Chile y Argentina. Bolivia tiene la mayor reserva de litio en el mundo, según Bloomberg este país tiene un potencial para producir el 20 por ciento del litio del mundo. El gran depósito de este mineral está en el Salar de Uyuni, un lago prehistórico que se secó y que hoy es un desierto de sal blanca de 11.000 kilómetros cuadrados –la mitad el área del Departamento de la Guajira–, que es la reserva más grande del mundo, con 21 millones de toneladas de Litio. Un Gobierno defensor de los bienes naturales Cuando Evo Morales y el Movimiento al Socialismo asumieron el Go- bierno en 2006, de inmediato centraron sus esfuerzos en terminar décadas de saqueo de los bienes naturales por parte de las empresas mineras transnacionales. Para ello el Gobierno nacionalizó varias de las operaciones mineras de multinacionales. El Gobierno de Evo en 2012 a través del Decreto Supremo 1308 anu- ló el contrato con la South American Silver (TriMetals Mining), que entonces buscó arbitraje internacional y compensaciones. En agosto de 2019, TriMetals alcanzó un acuerdo con el Gobierno boliviano, por una décima parte de lo que había exigido como compensación [2]. El Gobierno de Morales también nacionalizó una mina de Estaño y una de Zinc, y dos fundiciones, propiedad la transnacional suiza Glencore [3]. Esta expropiación llevó a que la subsidiaria de Glencore se enfrentara violentamente con los mineros. En 2014 el periódico británico Financial Times, especialista en análi- sis internacional de negocios y economía, afirmó que pese al pago de las millonarias demandas la estrategia nacionalista de Morales era adecuada. EL IMPERIO 33