E
l activismo político de las hermanas Minerva, Patria y María
Teresa Mirabal contra la dictadura dominicana de Rafael Tru-
jillo (1930-1961), se convirtió en un referente mundial de rebe-
lión; el asesinato de las hermanas Mirabal el 25 de noviembre
de 1960, marcó un hito mundial en la violencia contra las mu-
jeres, por lo que fue declarado Día Mundial de la No Violencia Contra
la Mujer.
La Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer
emitida por la Asamblea General de la ONU en 1993, definió la violencia
contra la mujer como:
“Todo acto de violencia que tenga o pueda tener como resultado un
daño o sufrimiento físico, sexual o sicológico para la mujer, así como
las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la
libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida priva-
da” [1].
La violencia del patriarcado
El neoliberalismo empeora la discriminación con sus políticas, desde
antes los cimientos sociales y culturales del capitalismo son la base
del actual feminicidio que sacude a Latinoamérica, que causa miles de
muertes y victimiza a la mujer como sujeto social y político.
Hoy las mujeres seguimos sufriendo la mayor pobreza, la discrimi-
nación de género, la exclusión, la marginalidad política, el acoso y la
violencia sexual, agravadas por la sobre explotación del trabajo en la
economía capitalista, problema estructural del sistema en que nos en-
contramos.
No existe un maltrato peor que otro, pues todos surgen de la discrimi-
nación y terminan en la violencia física; son múltiples las violencias
que ejerce la sociedad patriarcal sobre las mujeres: la económica, la la-
boral, la institucional, la psicológica, la simbólica, la física y la sexual.
Toma fuerza la igualdad de genero y el rechazo categórico a cualquier
tipo de violencia contra la mujer; lo cual a suscitado masivas movili-
zaciones en todo el mundo, respaldando y exigiendo los derechos de la
mujer, al igual que rechazan la violencia contra ellas.
DEBATES del CONFLICTO
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