Revista Insurrección Insurrección 710 | Page 11

EULAT describe dos patrones que permiten que el asesinato de líde- res se reproduzca: 1- La falta de reconocimiento de la labor de los defensores. Llamarlos delincuentes, terroristas, amenazas para la seguridad o extremistas es un claro desprestigio de su trabajo y abona el terreno para agredir- los; la situación se complica aún más cuando son los propios manda- tarios los que utilizan este tipo de lenguaje. 2- El uso indebido del sistema penal en contra de defensores de DDHH. Esta criminalización debilita a todo el tejido social y a la comunidad. Si tienen que concentrarse en un proceso penal o por proteger su li- bertad, no pueden enfocarse en defender derechos ligados a la tierra, al territorio o al medio ambiente. EULAT pide a la UE exigir que se respete el derecho internacional en cuanto a consultar a los pueblos antes de cualquier proyecto que los afecte y no permitir que se descalifique la labor de los defensores [9]. Las víctimas de la persecución Javier Córdoba Chaguendo, comunicador social. Fue asesinado el 18 de octubre, mientras laboraba en la Emisora Planeta Radio, en el co- rregimiento Llorente de Tumaco, Nariño. Tom Larrada Palacios miembro activo del movimiento indígena Na- ción Wayúu, activista defensor de los derechos humanos y contra de la corrupción. Desde el 2016 denunció que los líderes de Nación Wayúu y sus familiares son objetos de amenazas, atentados y asesi- natos; su hermano Ramón Larrada de 70 años, fue asesinado el 19 de octubre. Miguel Ceballos, dirigente campesino y tesorero de la Junta de Ac- ción Comunal de San Isidro, vocero de Derechos Humanos y repre- sentante de la restitución de tierras. Fue asesinado el 21 de octubre, en su vivienda ubicada en zona rural del municipio La Montañita, Caquetá. SOLUCION POLITICA 11