CESEN LOS PARTIDOS Y SE CONSOLIDE LA UNIÓN
La unidad de nuestros pueblos no es simple quimera de
los hombres, sino inexorable decreto del destino.
La confianza ha de darnos la paz. No basta la buena fe,
es preciso mostrarla, porque los hombres
siempre ven y pocas veces piensan.
En el orden de las vicisitudes humanas no es siempre
la mayoría de la masa física la que decide, sino que
es la superioridad de la fuerza moral
la que inclina hacia sí la balanza política.
El que manda debe oír aunque sean las más duras verdades
y, después de oídas, debe aprovecharse de ellas para
corregir los males que produzcan los errores.
Libertador Simón Bolívar (1783-1830)