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recen las voces que denuncian el exterminio sistemático de
líderes sociales, defensores de Derechos Humanos y del te-
rritorio; quienes denominan esta matanza como una verda-
dera Guerra contra la sociedad, ejecutada por la élite domi-
nante contra las comunidades organizadas que se oponen
al despojo de sus territorios.
Para perpetrar este Genocidio el régimen usa su aparato judicial, sus
Fuerzas Armadas y sus bandas paramilitares en una siniestra com-
binación de todas las formas de lucha.
Espías estatales con licencia para matar
Durante los mandatos de Álvaro Uribe Vélez (2002–2010) convirtió
la desarticulada Agencia estatal de espías, el Departamento Admi-
nistrativo de Seguridad (DAS) en su policía política, dedicada entre
otros escándalos a las “Chuzadas del DAS”, que consistió desde 2005
en espionaje, amenazas, sabotajes, desprestigio, montajes judiciales
y asesinatos a políticos opositores, sindicalistas, defensores de dere-
chos humanos y del territorio [1].
El DAS que era el encargado de “proteger” a las personas declaradas
en riesgo, se encargaba de filtrar información detallada para que los
paramilitares asesinaran a sus “protegidos”, 82 de estos asesinatos
se dieron en el marco de la Operación Barbarroja [2].
La máxima degradación del DAS como brazo asesino del Estado la
logró bajo el mando de Noguera su Director, quien se lo entregó al
narco paramilitarismo para que lo administrara, situación que obligó
al Gobierno de J. M. Santos a desmantelarlo.
Condenas por Terrorismo de Estado
Alfredo Correa de Andreis, sociólogo y profesor de las Universidades
Simón Bolívar y del Norte en Barranquilla; trabajó por la defensa de
derechos humanos en Atlántico y Bolívar; acudiendo a pruebas falsas
SOLUCION POLITICA
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