L
a Sierra Nevada de Santa Marta (SNSM) es un lugar sagrado
para las etnias Kogui, Arhuacos, Wiwas y Kankuamos que la
habitan, además de ser una fábrica de agua porque sus ríos
producen más de 10 mil millones de metros cúbicos de agua
por año, de la que viven 1,5 millones de habitantes de los De-
partamentos de Magdalena, cesar y Guajira; ríos que forman en la
parte plana valles aluviales de más de 280 mil hectáreas de fértiles
tierras.
José de los Santos Sauna Limaco, Gobernador del Cabildo Indígena
del Resguardo Kogui-Malayo-Arhuaco y Organización Gonawindúa
Tayrona, sostiene que:
‘‘Estamos defendiendo el territorio, la naturaleza misma y protegien-
do la vida no sólo la de los cuatros pueblos sino de toda la sociedad
que habita en el Magdalena, Guajira y Cesar para que las nuevas ge-
neraciones tengan futuro. La Línea Negra es la línea de la vida” [1].
Delimitación del territorio sagrado ancestral
La Línea Negra delimita el territorio ancestral de los pueblos indíge-
nas de la SNSM, está conformada por los lugares sagrados estable-
cidos desde la Ley de Origen. Cada lugar tiene su propio significado
y representa una función especial en el territorio que conecta con
el resto del universo. Por Resolución conjunta de las 4 etnias están
señalados los puntos que conforman la Línea Negra y la función de
cada uno de estos.
La SNSM fue reconocida como Territorio Ancestral de las Comuni-
dades Indígenas a través de las resoluciones 0002 del 4 de enero de
1973 del Ministerio de Gobierno y la 837 del 28 de agosto de 1995 del
Ministerio del Interior.
La Corte Constitucional mediante el Auto 189 de 2013, en cumplimien-
to de la Sentencia T-547 de 2010, obligó al Gobierno en 2014 a expedir
el Decreto 1500, el cual redefine el territorio de los pueblos de la SNSM
a partir de la caracterización de 348 espacios sagrados terrestres, li-
torales y marinos [2].
MADRE TIERRA
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