Revista Insurrección Insurrección 701 | Page 5

E l expresidente Álvaro Uribe fue citado por la Corte Suprema de Justicia para que comparezca el próximo 8 de octubre dentro del proceso que se le adelanta por presunto soborno y fraude procesal, en un caso de manipulación de testigos derivado del debate parlamentario ocurrido en septiembre de 2014, donde Uribe fue cuestionado por el Senador Iván Cepeda, por tener vínculos con el paramilitarismo y el narcotráfico. En contra de éste ex presidente existen 270 procesos judiciales por delitos graves como la promoción y vinculación al paramilitarisno, múltiples casos de violencia y terror que han sacudido a Colombia, sus relaciones con el narcotráfico y el Cartel de la cocaína de Mede- llín en los años 70, 80 y 90, su responsabilidad masacres como la de El Aro en Antioquia, el asesinato del defensor de derechos humanos José María Valle, su responsabilidad intelectual y de gobierno en las miles de ejecuciones extrajudiciales llamadas como Falsos Positivos ejecutadas por las Fuerzas Armadas durante su presidencia entre 2002 y 2010. La citación de ahora no es para juzgar ninguno de estos expedientes judiciales, no obstante es un hecho de importancia dada la impuni- dad y el inmenso poder que mantiene el expresidente y los sectores de ultraderecha que encabeza, por ello muchos en Colombia llaman a este el Juicio del siglo. Éste llamado a Uribe para comparecer ante la Corte Suprema de Jus- ticia tiene el valor de cuestionar un poder despótico, que por décadas ha imperado en Colombia en alianza con la plutocracia que manda en los Estados Unidos. Para tener una idea de su poder hay que escuchar a alias Don Berna, uno de los cabecillas narco paramilitares y socio histórico del ex pre- sidente, quien dijo que “Uribe es el rey de mundo y del inframundo”; es decir que él manda tanto en la legalidad estatal, como en las ma- fias del bajo mundo de lo ilícito; por esto hay que darle crédito a las amenazas que hacen sus seguidores, cuando afirman que “incendia- rán a Colombia” en represalia por cualquier condena que le impongan a su jefe. EDITORIAL 5