La semana pasada se conoció que el Gaula Cundinamarca ha desarro-
llado una estrategia de trampas para inflar sus resultados y así cobrar
recompensas y gastos por operaciones infladas o incluso inventadas
[2], practica de corrupción que es lo habitual en las FFAA.
Las autoridades y los grandes medios muestran estas situaciones al
igual que hechos como el asesinato del desmovilizado Dimar Torres,
las ejecuciones judiciales, entre otros, como casos de manzanas po-
dridas dentro de las Fuerzas Militares, ocultando deliberadamente
que el régimen y sus instituciones están carcomidos por la corrup-
ción.
Nunca van a cambiar por si mismos
Los casi 12 millones de votos del Referendo del año pasado que respal-
daron unas pocas y tibias medidas contra la corrupción, se han visto
burlados en cada escándalo que se conoce y que afecta a las Cortes,
como el Cartel de la Toga, el Fiscal Martínez y el caso Odebrech, las
Fuerzas Militares, el Congreso, Gobernadores y Alcaldes, entre otros.
Esperar que este régimen y estas clases dominantes sean capaces
de reformarse voluntariamente es un gran engaño y una frustración;
nunca van a cambiar por sí mismos, sólo un gran movimiento, un
gran terremoto de cambios impulsados por la unidad popular podrá
alumbrar nuevas situaciones y los cambios que el país necesita.
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[1-2] El secuestro que involucra a uniformados y los delitos inventados en los Gaulas Militares.
https://www.semana.com/nacion/articulo/secuestros-y-delitos-inventados-en-los-gaulas-
militares/627409
DEBATES del CONFLICTO
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