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uque ha puesto en peligro el Acuerdo de Paz con la
FARC, rompió los diálogos con el Ejército de Liberación
Nacional y hace exigencias absurdas para reabrirlos;
además el asesinato de los líderes sociales, defensores
de derechos humanos y excombatientes, lo recrudece
el régimen de forma vertiginosa sin que el Gobierno tome medidas
reales que detengan éste Genocidio, sólo en el periodo de Duque
han asesinado 229 líderes sociales y 55 excombatientes de las FARC
[1].
Mandato de Trump y Uribe
El actual Gobierno está supeditado al Plan de Guerra de los Es-
tados Unidos, muestra de ello es que Uribe y sus seguidores están
empecinados en una política antidrogas basada en la aspersión
aérea con Glifosato, la represión y el prohibicionismo, que desa-
rrolla una nueva fase de la fracasada Guerra contra las drogas
norteamericana; además sigue ejecutando acciones hostiles con-
tra del hermano pueblo de Venezuela para favorecer los intereses
geopolíticos de los EEUU.
La paz de Uribe y Duque sólo concibe la pacificación, es decir des-
movilizar las organizaciones insurgentes sin que ello signifique hacer
cambios sociales y políticos en el país. Con tal propósito incremen-
tan el presupuesto para la guerra e intensifican las operaciones mi-
litares, además de utilizar los medios de comunicación para tapar
la crisis de gobernabilidad y estigmatizar a sus oponentes.
La oligarquía y la clase política a su servicio son enemigos de la paz
y amigos de la guerra, para lo cual siguen contando con el apoyo
de los EEUU, así lo dijo el Vicefiscal General adjunto de ese país,
Zachary Terwilliger en su visita de la semana pasada a Colombia:
Un año de mal Gobierno
Revista Insurrección / Página 37