E
n los 12 meses pasados se presentaron cuatro momentos
importantes de movilización social; el de los estudiantes uni-
versitarios del último trimestre del año pasado, el de marzo
y abril de este año con la minga indígena y campesina del
Cauca y el Paro Nacional del 25 de abril; además de la gran
movilización nacional del pasado 26 de julio en más de 100 ciuda-
des del país y del exterior contra el asesinato de los lideres sociales.
Este Gobierno está haciendo trizas los caminos de paz y las sali-
das negociadas, expresión de ello ha sido el desconocimiento y las
modificaciones realizadas a los Acuerdos de Paz con las FARC, la
ruptura de la Mesa con el ELN, las agresiones a Venezuela, el retor-
no de la aspersión con Glifosato, la matanza de líderes sociales y el
trato de guerra dado a la protesta social; mano dura que sofoca
protestas y opositores mientras hace aprobar en el Congreso un
plan de desarrollo aún más extractivista y su Política de Seguridad
y Defensa.
La sociedad enfrenta una mayor represión
El movimiento social y popular en el año que llevan Uribe-Duque ha
sido objeto de un mayor ataque por el Gobierno y por el entorno
paramilitar de la ultraderecha; se ha dado mayor represión, hay
más estigmatización, judicialización, terror y militarización de los
territorios, lo que ha limitado el campo popular y democrático para
mayores despliegues y para una acción más sostenida.
Desde que se posesionó Duque, según informe de INDEPAZ de fines
del mes pasado, han sido asesinados 229 líderes sociales y desde
la firma del Acuerdo 140 desmovilizados de las FARC y 40 de sus fa-
miliares han corrido la misma suerte.
Un año de mal Gobierno
Revista Insurrección / Página 33