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a figura tecnócrata que proyectaron las élites sobre Iván Du-
que, sólo fue una imagen de campaña electoral, porque en
su Gobierno aplica las ideas viejas del belicismo y la sumisión
a los EEUU.
Según la más reciente encuesta de Invamer, en julio pasado
el nivel de desaprobación del Presidente Duque llegó al 56,5 por
ciento y el de aprobación bajó al 37 por ciento; a la vez que el 68
por ciento de los encuestados cree que el país va por mal camino
y que las mayores problemáticas son el desempleo y la corrupción
[1].
Consenso por el continuismo
El consenso de las élites dominantes es continuar desarrollando el
modelo neoliberal y el régimen represivo que lo sustenta, que evita
a toda costa un proyecto trasformador de la centro izquierda, con
métodos que van desde la cooptación de líderes ofreciéndoles
resguardo donde escampar del miedo imperante, hasta la aplica-
ción de diferentes métodos de terror y violencia.
Dentro de este marco de consenso del régimen aparecen matices
frente al Proceso de Paz, la Guerra contra las drogas, el manejo de
la protesta social y la oposición, entre otros; los cuales se reflejan en
los pulsos en el Congreso de la República y en algunas acciones de
calle.
Crisis de la institucionalidad estatal
Las mayorías del Congreso en febrero del 2018 no apoyaron la rea-
lización de una Consulta popular contra la corrupción aduciendo
que no era necesario porque sólo faltaba reglamentar y aplicar le-
yes existentes; en contravía de las clases dominantes en agosto de
2018 cerca de 12 millones colombianos sacaron adelante la Con-
Un año de mal Gobierno
Revista Insurrección / Página 29