E
ste 7 de agosto al cumplirse 200 años de la Batalla de Bo-
yacá que le dio la independencia a Colombia, no la liber-
tad, continúa impactando la fortaleza del pensamiento y
las acciones en pos de la soberanía, la democracia y la in-
tegración de nuestras Repúblicas en una sola Patria Grande
soñada por el Libertador Simón Bolívar (1783-1830).
El gran Neruda en su Canto a Bolívar nos recuerda que él dice:
“Despierto cada cien años, cuando despierta el pueblo”.
En este su Segundo Despertar se alza la voz decidida de millones
de latinoamericanos y caribeños contra las políticas recoloniza-
doras del Gobierno de los Estados Unidos, quien aplica su vetusta
Doctrina Monroe de 1823, “para plagar a América de miserias a
nombre de la libertad”, como lo profetizó el Libertador.
La incondicionalidad de las élites nacionales hacia el imperialismo
norteamericano se ha mantenido desde 1829, cuando el General
William Henry Harrison fuera agente en Bogotá y luego como Nove-
no Presidente de los Estados Unidos, conspiraron junto a Francisco
de Paula Santander (1792-1840) para desmantelar a la Gran Co-
lombia y al Ejército Bolivariano.
Hoy las amenazas e insultos los hace el Presidente Trump, cuando
empuja al Gobierno de Duque a ingerir en Venezuela y a ejecutar
una nueva fase de su fracasada Guerra contra las drogas y si no le
acata, el castigo sería la aplicación de sanciones contra la econo-
mía colombiana.
Bolívar en su lucha contra el despotismo y el odio racista, desde
1816 declaró que, “la naturaleza, la justicia y la política, piden la
emancipación de los esclavos; de aquí en adelante, todos serán
ciudadanos”; el 20 de mayo de 1820, expidió un Decreto para res-
Editorial
Revista Insurrección / Página 5