Según la última Alerta Temprana de la Defensoría del Pueblo las
víctimas de estos hechos son jóvenes principalmente afrodescen-
dientes y venezolanos; la Concejal Xinia Navarro considera que el
aumento de muertes y amenazas en Bogotá es consecuencia del
conflicto armado, al respecto afirmó:
“Muy preocupante la situación porque de acuerdo a la alerta tem-
prana que efectuó la Defensoría del Pueblo sobre las localidades
de Bosa, Kennedy y Ciudad Bolívar según el cual se ha recrudeci-
do la violencia para los líderes en Bogotá como consecuencia del
conflicto armado” [5].
Santuario narcoparamilitar
El pueblo colombiano y en especial las comunidades que habitan
las regiones más vulnerables, son quienes padecen la violencia y
la dureza de la guerra; en muchas regiones los paramilitares im-
pusieron prácticas de crueldad para sembrar terror y favorecer el
despojo de la tierra y los territorios.
Para el mundo Colombia es el santuario del narco paramilitarismo,
no hay que olvidar que nuestro país produce el 70 por ciento de la
droga que se consume el mundo; además aquí gobierna un nar-
coestado violento, que por un lado condena al campesino que
siembra coca para subsistir, y por otro lado protege y encubre las
mafias que se enriquecen de los cultivos de uso ilícito.
El asesinato de líderes sociales sigue en auge, toda vez que estos
hechos obedecen a una acción sistemática que desaparece los
contradictores políticos y consolida territorios al servicio de los inte-
reses del narcotráfico y de la plutocracia nacional y transnacional.
Debates del Conflicto
Revista Insurrección / Página 31