Ocupación por fuerzas estatales y paraestatales
En el 2012 el Gobierno colombiano estableció en el Catatumbo la
Fuerza de Tarea Conjunta Vulcano, con el propósito de desarrollar
un plan de consolidación territorial [5], el cual en los últimos años
ha sido reforzado con asesoría norteamericana; desde esta Fuerza
lanzan operaciones dirigidas a la desestabilización de Venezuela.
La enorme presencia de tropas colombianas en el Catatumbo as-
ciende a 17.000 soldados, donde sólo la Fuerza de Despliegue Rá-
pido cuenta con 5,000 efectivos, fuerza de ocupación militar y pa-
ramilitar que hace sentir a su población como extraña en su propia
tierra, dado el trato de guerra que reciben con medidas como el
control de alimentos, empadronamientos, judicializaciones, ejecu-
ciones llamadas Falsos Positivos, bombardeos, desplazamientos y
ocupación ilegal de fincas por parte de los soldados [6].
El paramilitarismo llegó como ejército ilegal desde 1999 a Norte de
Santander [7], después de la supuesta desmovilización en 2006
continuaron sucesivos grupos, que en asocio con la Policía Nacio-
nal y las Fuerzas Militares ejercen acciones y presión contra la po-
blación; desde luego estas acciones están encaminadas a lucha
contrainsurgente y a los planes de guerra contra Venezuela [8].
Territorio estratégico para ambos países
La crisis fronteriza afecta a los dos países, las distorsiones econó-
mico-financieras lícitas e ilícitas de la frontera afectan los sectores
formales de la economía en los dos países en la medida en que
limitan las potencialidades de desarrollo en la región.
Debates del Conflicto
Revista Insurrección / Página 35