E
l pasado 26 de julio una vez más la sociedad colombiana
se volcó a las calles para exigir al Gobierno medidas reales
que paren la matanza de los líderes sociales, defensores de
derechos humanos y ex combatientes.
Los trucos para minimizar y encubrir el Genocidio
Mientras la sociedad y diversas organizaciones internacionales dan
cuenta de la magnitud del actual genocidio contra los líderes so-
ciales, los personeros del régimen tratan de minimizar la matanza,
buscan desvirtuar su labor social, encubren la asociación entre los
asesinatos y la defensa del territorio que hacen, además de invi-
sibilizar la persecución que ejecutan contra la oposición política.
Luis Carlos Villegas, Ministro de Defensa del Gobierno Santos, ase-
veró que “la inmensa mayoría de muertes de líderes sociales se
debe a peleas de vecinos, faldas y por rentas ilícitas” [1].
Guillermo Botero, actual Ministro de Defensa, dijo que “aquí lo que
hay es gente mala matando gente buena, lo de líderes sociales es
uno de los aspectos más dolorosos, pero es una población abso-
lutamente gigantesca por lo que resulta difícil de prevenir, no se le
puede dar protección a todos” [2].
Francisco Barbosa, alto consejero presidencial de Derechos Hu-
manos y asuntos internacionales afirmó: “la información de líderes
sociales de 2010 a 2016 no existe” y agregó que “uno no puede
politizar los muertos en Colombia” [3].
Álvaro Uribe Vélez, refiriéndose a la Minga social del suroccidente,
afirmó: “Si la autoridad, serena, firme y con criterio social implica
una masacre es porque del otro lado hay violencia y terror más
que protesta” [4].
Solución Política
Revista Insurrección / Página 13