Revista Insurrección INSURRECCION_713 | Page 9

R eciban de parte de las mujeres y hombres del Ejército de Li- beración Nacional de Colombia, el más fuerte abrazo y fra- terno saludo, así como los mejores deseos por su bienestar y bien vivir. El Proceso de Paz adelantado con las FARC, con el que las élites plantearon el fin del conflicto en Colombia y el inicio de un nuevo momento de país favorable al menos para las zonas donde se ha soportado el conflicto armado, no pasó de ser otro engaño más y una firma a espaldas de las mayorías nacionales, las cuales fueron suplantadas por los firmantes de los Acuerdos, que en realidad no se han cumplido y terminaron hechos trizas. Se jugó con el anhelo de la población colombiana y fue contrario a la paz que tanto se publicitó; en nuestro país se ha incrementado la desigualdad e injusticia social, se recrudece la violencia del Estado y las bandas del narcotráfico contra la población, sus organizaciones sociales y sus líderes. En conclusión, asistimos a una escalada de violencia contra las comunidades para despojarlas de sus territorios. De este proceso resulta la fragmentación o desestructuración de lo que fueron las FARC, convirtiéndose una parte en un partido legal; otra parte en una expresión que no entregó las armas; una tercera en proceso de rearme sustentado en los incumplimientos de los Acuer- dos por parte del Gobierno, y haber sido engañados por un enemigo que combatieron durante cincuenta años; y una cuarta en reductos de bandas asociadas al narcotráfico y en una alianza velada con el Estado. Genera preocupación que el agrupamiento que se mantuvo en armas, así como los rearmados, reconozcan las autodenominadas Dagober- to Ramos, Carlos Patiño, Oliver Sinisterra y Jaime Martínez -bandas asociadas al narcotráfico y en abierta hostilidad hacia la población-, como parte de sus estructuras y las consideren como revoluciona- rias. El Frente de Guerra Suroccidental Carlos Alberto Trochez Zuleta, re- chaza y condena toda la cadena de asesinatos que estas bandas y los llamados Pelusos, asociados a los carteles del narcotráfico nacional y transnacional, así como la Policía y el Ejército estatal, vienen come- COMUNICADOS 9