Revista Insurrección INSURRECCION_713 | Page 23

E s común que diariamente los precios de los productos suban, eso nos obliga a abstenernos de comprar algunas cosas para que el dinero alcance; esto se debe a la Inflación, que no es otra cosa que el aumento sostenido y generalizado del nivel de precios en una economía; lo que hace que el dinero no nos alcance para comprar lo que podíamos adquirir anteriormente, esto se conoce como pérdida del poder adquisitivo de la moneda. Para entender mejor esta situación podemos decir que si una familia gasta en sus compras básicas mensuales un monto de 600.000 pesos y es suficiente para que vivan cómodamente; con una inflación anual del 20 por ciento, para comprar lo mismo que compraban antes nece- sitarían 720.000 pesos; es decir, el dinero estaría perdiendo poder de compra, y como los ingresos no aumentan al ritmo de la inflación, es implícito que se deteriore la calidad de vida. Según la Ecuación de Fisher [1], si la inflación es baja y controlada los ingresos aumentan en la misma proporción, en esa mediada el año si- guiente se podrán comprar los mismos bienes y servicios que se com- pran actualmente sin que haya pérdida del poder adquisitivo. La inflación no solo afecta la compra de bienes y servicios, por el con- trario es transversal y determinante en la determinación del salario, toda vez que su calculo contempla principalmente 3 variables: Infla- ción, Producto Interno Bruto (PIB) y el Índice de Precios al Consumidor (IPC) [2]. Todo sube menos el salario La inflación en Colombia no cede terreno, el año pasado cerró en 3,18 por ciento, según el DANE en octubre aumento 0,16 ubicándose en 3,86 por ciento, y según las proyecciones económicas cerrará el año por en- cima de 4,2 por ciento, tal como ocurrió en el 2017 que cerró en 4,09 por ciento. El informe muestra que durante octubre los rubros que más aportaron para el alza del IPC fueron vivienda y servicios públicos 0,06 por ciento, alimentos y bebidas no alcohólicas 0,04 por ciento y transporte 0,03 por ciento [3]; todos gastos de necesidad básica y que afectan principalmen- te a las clases populares cuyo salario no supera dos salarios mínimos. DEBATES del CONFLICTO 23