En 2018 a Iván Duque le decían el candidato de Uribe, después que
los Carteles del narcotráfico le compraran la Presidencia se ha
dedicado a reactivar todas las políticas de Uribe (2002-2010) y a
desconocer las promesas de su campaña.
Especial saña demuestra Duque para imponer la maldita Locomotora
Minero Energética, que destroza fuentes de agua, masacra y desplaza
comunidades, y envenena la gente, el aire y los cultivos con Glifosato.
Hasta 2018 el Fracking era malo
El Fracturamiento Hidráulico (Fracking) es una técnica que inyecta a
alta presión enormes volúmenes de agua y químicos a fin de fracturar
las rocas para obtener hidrocarburos;con lo que produce grandes riesgos
ambientales, se estima que al inyectar la mezcla de agua con aditivos
químicos en las fracturas rocosas, el 25 por ciento de esta mezcla
tóxica no retorna a la superficie [1].
Duque durante la campaña presidencial manifestó que: “en Colombia tenemos
una sobreposición de ecosistemas diversos y complejos, acuíferos
subterráneos de enorme riqueza y unos riesgos de mayor sismicidad
por los tipos de suelo, así que en mi Gobierno no se hará Fracking” [2].
Por estar el Gobierno al servicio de las multinacionales y del gran capital,
Duque inició su mandato presionando al Consejo de Estado para
que levante el principio de precaución y dé vía libre a la exploración y
explotación mediante Fracking.
El agua vale más que el oro
Los páramos son fábricas de agua, donde nace el 70 por ciento del agua
potable del país; por esto el Estado los declara cómo “ecosistemas estratégicos
que por su importancia ecológica, deben tener especial protección,
por lo que es deber de las autoridades ambientales adelantar las
acciones correspondientes” [3].
El Páramo de Santurbán ubicado entre los departamentos de Santander
y Norte de Santander, tiene una extensión de 129.743 hectáreas y abastece
de agua potable cerca de 2,5 millones de personas, y alimenta las
cuencas del Magdalena, Lago de Maracaibo y del Orinoco [4].
DEBATES del CONFLICTO 31