Revista Insurrección 735 | Page 13

El asesinato de líderes políticos y sociales no es nuevo en Colombia, durante decenios el Estado ha reprimido, amedrentado y exterminado sistemáticamente de manera “legal” e ilegal a líderes sociales, defensores de DDHH, periodistas, políticos y todo aquel que sea opositor o que simplemente no comparta las políticas del régimen. El Gobierno, el 17 de marzo a través del Decreto 417 declaró la Emergencia Social y Económica, y el 25 de marzo decretó la Cuarentena Obligatoria y el Aislamiento Preventivo para de evitar la propagación del COVID-19; sin embargo, en ninguno de los 72 Decretos expedidos durante la Emergencia el Gobierno dicta medidas especiales para salvaguardar a los líderes sociales y ex combatientes. Pese al aislamiento preventivo obligatorio, las acciones violentas contra los líderes no paran; según la Fundación Paz y Reconciliación (Pares) en los días que lleva la Emergencia decretada por el Gobierno, han sido asesinados 9 líderes sociales y 7 ex combatientes [1]. Erika Guevara Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional, en referencia a la protección de los líderes sociales en época de pandemia, dijo: “las autoridades colombianas no pueden dejar que las personas defensoras sufran ataques y amenazas. El Estado debe mantener sus esquemas de protección otorgados y debe generar estrategias de protección colectiva para comunidades en situaciones de riesgo, a la par que implementa medidas preventivas para contener el COVID-19” [2]. La persecución es peor peste que el Coronavirus En medio de la cuarentena las acciones sistemáticas de insulto, amenaza, miedo y violencia contra la población no se detienen. Oscar Barragán Bacca, integrante de la Asociación Campesina del Catatumbo (ASCAMCAT) y la Coordinadora Nacional de Cultivadores de Coca, Amapola y Marihuana (Coccam) y Yeison Arciniegas ex combatiente en Proceso de Reincorporación; el pasado 5 de abril al ser requeridos en un puesto de control del Ejército en Sardinata, Norte de Santander, fueron víctimas de un Falso Positivo Judicial al ser sindicados de pertenecer al Ejército Popular de Liberación (EPL). SOLUCION POLITICA 13