Revista Insurrección 734 | Page 17

E n Colombia el 9 de abril es una fecha simbólica y represen- tativa, ese día en el año de 1948 fue asesinado el dirigente popular Jorge Eliécer Gaitán, hecho que muchos historia- dores consideran como el principal factor detonante de la violencia política y del actual Conflicto Interno. Honrando la memoria de Gaitán el Congreso de la República, a través de la Ley 1448 de 2011 –Ley de Víctimas–, decretó el 9 de abril como el Día Nacional de la Memoria y Solidaridad con las Víctimas del Con- flicto en Colombia. Según las cifras gubernamentales el Estado reco- noce 8,9 millones de víctimas del Conflicto Armado [1], de las cuales sólo considera sujetos de atención al 80,8 por ciento. Según el Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado (Movice), durante el Conflicto Armado (2002-2010) han registrado 17.852 vícti- mas, incluidos 4.475 casos de Falsos Positivos y 1.170 casos de des- aparición forzada; se adjudica la responsabilidad de estos crímenes a 2.909 funcionarios del Estado, dentro de estos se encuentran 10 Generales, 31 Mayores, 16 Comandantes, 818 suboficiales del Ejército, 856 agentes de la Policía, y funcionarios del DAS, B2 y F2 [2]. Desaparecer la memoria garantiza la impunidad El Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) fue creado en al año 2011 y le fue asignada la responsabilidad del acopio, preserva- ción y custodia de los materiales que documenten las violaciones a los Derechos Humanos (DDHH) ocurridas en el marco del Conflicto Interno. Desde la creación del CNMH hasta febrero de 2019 el reconocido aca- démico e investigador del Conflicto Armado Interno, Gonzalo Sán- chez asumió la dirección de este Centro; sin embargo, el Gobierno de Duque en su empeño de aniquilar la memoria, nombró como director del CNMH a Darío Acevedo, quien se ha destacado por su ideología negacionista del Conflicto Interno. SOLUCION POLITICA 17