E
n Colombia el 9 de abril es una fecha simbólica y represen-
tativa, ese día en el año de 1948 fue asesinado el dirigente
popular Jorge Eliécer Gaitán, hecho que muchos historia-
dores consideran como el principal factor detonante de la
violencia política y del actual Conflicto Interno.
Honrando la memoria de Gaitán el Congreso de la República, a través
de la Ley 1448 de 2011 –Ley de Víctimas–, decretó el 9 de abril como el
Día Nacional de la Memoria y Solidaridad con las Víctimas del Con-
flicto en Colombia. Según las cifras gubernamentales el Estado reco-
noce 8,9 millones de víctimas del Conflicto Armado [1], de las cuales
sólo considera sujetos de atención al 80,8 por ciento.
Según el Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado (Movice),
durante el Conflicto Armado (2002-2010) han registrado 17.852 vícti-
mas, incluidos 4.475 casos de Falsos Positivos y 1.170 casos de des-
aparición forzada; se adjudica la responsabilidad de estos crímenes
a 2.909 funcionarios del Estado, dentro de estos se encuentran 10
Generales, 31 Mayores, 16 Comandantes, 818 suboficiales del Ejército,
856 agentes de la Policía, y funcionarios del DAS, B2 y F2 [2].
Desaparecer la memoria garantiza la impunidad
El Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) fue creado en al
año 2011 y le fue asignada la responsabilidad del acopio, preserva-
ción y custodia de los materiales que documenten las violaciones a
los Derechos Humanos (DDHH) ocurridas en el marco del Conflicto
Interno.
Desde la creación del CNMH hasta febrero de 2019 el reconocido aca-
démico e investigador del Conflicto Armado Interno, Gonzalo Sán-
chez asumió la dirección de este Centro; sin embargo, el Gobierno de
Duque en su empeño de aniquilar la memoria, nombró como director
del CNMH a Darío Acevedo, quien se ha destacado por su ideología
negacionista del Conflicto Interno.
SOLUCION POLITICA
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