Revista Innombrable #9 - Mnemosyne "Memorias de la Literatura" (2019) | Page 33

y aunque el nombre no le pudo cambiar, el hechizo trató de borrar: “En las sombras y al lado de tu madre vivirás, pero recuerda que como hija del Sol, la luz en tu interior siempre estará, búscala y así encontrarás la llave, que de vuelta a mí te traerá” ¡Abuela! ¡Abuela! ¡Continúa! Dice María. ¿Y entonces que pasó con Madre Sombra? Madre Sombra sale en noches como hoy, se apodera de todo el firmamento evitando que la Luna brille y llorosa e insistente llama a su padre, quien no la escucha. Abuela, ¿Y qué hacemos para que Madre Sombra encuentre a su padre? ¿En dónde está la llave que él dejó? Y su Abuela le pregunta: ¿Tú qué harías mi nietecita? ¿Qué le recomendarías a Madre Sombra para que salga de la oscuridad? María sin recato contestó: Yo dejaría que la Luna ilumine, para que su luz me permita encontrar la llave dejada por mi padre, cambiaría el llanto por canciones para ser escuchada y desde muy adentro, le pediría a mi padre que me suelte, ¡Qué me deje con mi madre! ¿De verdad María? ¿Eso harías? Y María sonriente le contesta: Abuela, la Luna no embrujó a Madre Sombra, solo le mostró el camino para encontrar su propia luz, más luminosa que la de su padre. Una luz infinita, sin límites, sin fronteras. Tienes toda la razón mi nietecita, toda la razón. 33