Revista Innombrable #9 - Mnemosyne "Memorias de la Literatura" (2019) | Page 21

A veces se ven cuerpos de animales sin vida y se puede percibir el olor a mortecina en los caminos. Se ve la vegetación resistir con el verde que se asoma en las punticas de las ramas raquíticas. Se ven los postes del alumbrado público como si fueran cruces infinitas que recorren un camino hacia la nada. Nada y se avista a lo lejos el viento que solo puede ser visto por la arena que transporta. Viajarse por detrás de la tierra de un valle escondido de tres años sin lluvia. Los niños, las mujeres y los hombres trabajan. Esto es el paraíso en el infierno. Atravesarse el desierto para vender al turista un tejido ancestral por 3 o 4 pesos y ¡una sonrisita para la foto por favor! El sol sigue su recorrido. Astro. Por su órbita la tierra recorre al sol y este a ella. Hace viento en la arena. Hace viento para llevarse al fin al tiempo en la mirada de dos pescadores que atraviesan el paisaje de oriente a occidente. El final y el principio del viaje. El final del recorrido y el comienzo del destino. Yo elijo viajar. Recorrer. Yo elijo caminar mi propia tierra y escuchar los cantos de las aves y de los (hombres) humanos. Se disipa el viento y no se funde, sino que se conjuga en la nada. Azul mar y peñascos. Azul vela. Cabo. Al fondo se ven las aspas atravesar el viento, movimiento perpetuo contrario de las manecillas del reloj. Se alcanzan a ver también unas cuantas rancherías. El bus atraviesa y los niños corren en su búsqueda. El bus continúa su recorrido sin detenerse. Los niños tienen los estómagos vacíos y las extremidades delgadas. Hay que ser un súper humano para resistir entre la energía eólica sin tener la energía vital. En la montaña se ve el mar. Los pájaros sobrevuelan el paisaje en el atardecer tranquilo que antecede la reflexión sobre el agua. La sed. Hablar sobre la sed. Ver la sed, sentir la sed y tomar Gatorade y no poder hacer nada. Calmar. Clamar. Al lado canta un niño mientras enrolla las hamacas vecinas. Al fondo el sol ha desaparecido y ha dejado la tarde para convertirse en nubes boreales. El sol se vuelve rayito de nube boreal. El sol cae sin horas y sin lugar. Este es el principio del viaje al vacío. Vaciado. Sin nada y con todo al mismo tiempo. La descomposición que antecede a la materia misma y no deja de ser misma materia, no se funde ni se delica. Uno se conoce cuando logra ver sus propios ojos en la arena. Dispersa. El viento canta para darnos el sonido de la eternidad. Las aves cantan y se refugian en la isla que rompe las olas por todos sus lados. 21