Revista Innombrable #9 - Mnemosyne "Memorias de la Literatura" (2019) | Page 20

IN Nombrable ATRAVESAR UN MAPA Estefanía Marulanda (Colombia) H ay una inevitable dislocación cuando abrimos los ojos al vacío, cuando nos dejamos inundar por la paralela que se dibuja en el fondo sin fondo, por primera Los recorridos en un vehículo o en el propio cuerpo, narrados en la interlocución (travesía) espacial indirecta por unos paisajes que se empiezan a componer y a descomponer en la experiencia que se tiene con la vida, son trazados por las invitaciones o invocaciones que se conectan en el viaje. Un viaje en la urbe o en el campo. Un viaje a través de un mapa irresuelto. Atravesar un mapa. un cuerpo-trazarlo- hacerse un recorrido por las montañas, ver los pliegues del universo trazados en selva ajena y amapolas florecidas. Caminarse el propio cuerpo al poner el pie en el suelo-uno- se-esboza sobre la piel al mismo tiempo en que recorre-camina- danza- se va- se viene- dibuja un mapa que se convierte en una somatografía interna. Ir hacia algún sitio desconocido/conocido. un punto en un mapa. uno va o viene y se topa con las historias ajenas y se estalla, se esparce en la tierra como las semillas 20 voladoras de la asclepia, hospedera de la mariposa monarca. Es necesario entonces volverse partícula de diente de león y flotar a gravedad cero por entre las ramas de un árbol de panes y de niños. Las cosas nacen en la tierra infante con elefantes que nadan en el agua azul marina. Destellos plateados vuelan sigilosos por entre torrentes de agua y de aire condensado. ¿cómo podríamos salirnos del cuerpo sin vida para adentrarnos en eso que se desborda? Veo un iris de arcos de pumas que avanzan en manada por un árbol de loros negros que se posan en sus patas de ramas florecidas de un viento frio que se las lleva por corrientes de hojas secas. Todo el cuerpo se mueve en función del movimiento del bus, del suelo. Terreno. Atravesar el desierto para hacerse un propio mapa que se conjuga en el universo de la piel misma, con los ojos mismos, con el corazón mismo pero todo siempre tan distinto. El cuerpo se mueve y se transita como si flotara y no se sintiera el sismo que mueve las ventanas para desencajarlas. En el recorrido no se ve un alma, ni humana ni animal.