Revista Innombrable #9 - Mnemosyne "Memorias de la Literatura" (2019) | Page 14

IN Nombrable tejida con delicadas hebras de esperanza caen gotas de vida y azahar ¡Y hierve el Espíritu en su locura!” Ay, qué mi voz única quede soterrada por siempre, así el tiempo y el dolor sean espejismo caprichoso. Ya vendrá el homúnculo a sopesar mis miembros, a medir la longitud de mis intestinos, a catalogar lo inconmensurable: “Este infeliz estaba demente”, “este era un solitario egotista”, “nada más un poeta triste, uno de muchos”, dirán, dirán... ¡Ah, me apiado de sus miserias y de su alma atormentada! Una vez halado el gatillo de mi cicuta, ¡torné, torné, torné!, fui el sueño de mis antepasados y mis antepasados fueron mi sueño, todos ellos y, a su vez, ninguno de ellos. Fui petra, pez, río, brizna, gusano, luz, barro, costilla, pan, luto, jaguar, verano, sombra, vacío... Se derrumbaron todas las Torres Divinas: Rasgadura en el alma. Recuperé la cosmogonía perdida en las edades sin tiempo de la memoria. La historia de la bestia-hombre era tan sólo un punto ínfimo que se desprendía de La Canción Universal, la cual se originaba incesantemente. Torné, torné, recogí los mantos fulgurantes de todas las noches fugadas:Materia de la que están hechos los dioses más remotos. Padecí un vértigo insufrible que –con su rayo y su trueno- traspasó lo antiguo en mis inconscientes y de súbito desperté!... sentíame descorazonado por indecible lejanía, recolmado de pesadumbre y de terribles fiebres. tenía todas las páginas en blanco. 14 El libro entre mis manos...