Revista Innombrable #8 - Pesadillas: espejos del sueño - 2017 | Page 25
NO OLVIDES TENER LISTO TU ATAÚD
El vuelo a Bogotá casi lo pierdes. Sin embargo, lo alcanzas justo en el último minuto. Acaso en una
hora tu mujer te besará en la boca, muy feliz de verte. Hermosa visión hasta el segundo en que todo es
de noche y se astillan tus piernas y tu rostro se rompe y es el vacío, el golpe, el humo negro en que te
deshaces…Pero, por suerte, oyes la voz de la azafata despertándote suave, instándote a bajar.
Entonces te das cuenta: no es que no haya venido tu mujer. Es que nadie lo espera a uno…en el
infierno.
LA TRAMA
El hombrecito, pálido y venenoso, se entretenía en deshilvanar con lentitud la madeja completa de
mis recuerdos. Sentado a la orilla de mi lecho, hacía girar y retorcerse entre sus dedillos mi vida entera
con sus secretos al desnudo. Paisajes de mi pasado, hasta el más remoto y perdido, parecían tejerse o
destejerse en el paroxismo, emergiendo en confuso entrecruzamiento sensaciones y experiencias
centuplicadas, combinadas en gigantesca diversidad, como la trama más intrincada que tejedor alguno
pudiera concebir.
Las primeras luces del alba disiparon las nieblas que poblaban mi espíritu, en el preciso momento en
que mi enigmático visitante se levantaba, prometiendo con un gesto, regresar todas las noches
indefinidamente.
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